Cuando nos hemos decidido a enviar nuestro paquete llegamos a una parte fácil pero a la vez muy importante. Envolver el envío de forma correcta.
Cuando se trata de libros, ropa, latas o conservas, lo mejor es recurrir a una caja, desde la típica de zapatos a alguna de mudanza que tenemos por ahí todavía guardada.
Si no tenemos en casa, es muy fácil encontrarlas en cualquier comercio, frutería, papelería, etc. sin tener que comprarlas, simplemente preguntando si les sobra una caja vacía. La mayoría de las tiendas las desarman y éstas finalmente acaban en el contenedor del papel, con lo cual no les importara nada darnos una.
El interior de la caja
Una vez tengamos la caja, lo mejor será poner papel viejo de periódicos o revistas, foam o papel de burbujas en la base, meter la mercancía y cubrir con más papel a los lados y hasta el cierre. Con esto evitaremos que la mercancía baile dentro de la caja y pueda romperse o deteriorarse.
Si nos planteamos enviar vino, esto debe ser más elaborado, existen cajas especiales para ello, por ejemplo las que en easyenvio.com proporcionamos a nuestros clientes de bodegas o tiendas para el envío de botellas a clientes.
Si no, puedes buscar una propia que tenga todas las garantías anti roturas. El cristal es demasiado frágil y el vino demasiado bueno para derramarlo, no te la juegues.
Cómo cerrar la caja
Una vez hecha la caja es cuestión de encintarla y pegarle la etiqueta de dirección de destino de forma correcta. Aunque a veces no es necesario, es una información que en caso de pérdida será imprescindible para recuperar el paquete.
Si te encuentras con mercancía de formas “raras”, un balón, un cuadro, una bici… lo mejor es envolverlo lo máximo posible y si ocupa demasiado, desmontar algunas piezas como las ruedas por ejemplo, y unirlas al resto de forma que no ocupe mucho volumen. Los balones, podemos envolverlos en papel y después encintar, lo mejor es hacerlo con dos pliegos de papel de embalar y cinta, celo o lo que tengamos a mano.
Preparar nuestros envíos es fácil y necesario.
