Todo aquel que haya tenido la experiencia de una mudanza, dentro de la misma ciudad o hacia otra provincia, sabe que cambiar de casa implica un proceso trabajoso que incluso puede ser traumático.
Trasladar nuestras más preciadas pertenencias de un lugar a otro implica su embalaje, movilización, descarga, y ya aparcados en el nuevo espacio, abrir las cajas de cartón que protegieron nuestras cosas. Algunas veces, más aún si disponemos de una furgoneta, podemos hacer todo nosotros; pero la mayoría de las veces necesitamos recurrir a un servicio de mudanzas y asumir el costo respectivo.
Servicios de mudanza
Si decidimos optar por este tipo de servicios, conviene tomar en cuenta que la mayoría de estas empresas incluye en el presupuesto, aparte del respectivo camión, cajas para embalar, personal con experiencia y el trayecto a recorrer. Este último puede influir en el precio si sobrepasa cierta cantidad de kilómetros. En algunos casos el límite son 40 Km., aunque este puede variar dependiendo de la empresa. El costo general suele calcularse de acuerdo al volumen de la mudanza, el cual se estima en función de la cantidad de objetos y muebles y el número de habitaciones, en relación siempre con los metros cúbicos de la casa o piso.
Los precios
Sobre esta base, los precios podrían oscilar entre los 300 y 500 euros para pisos con alrededor de 50 metros cúbicos, hasta los 2000 euros para una casa o piso de 200 metros cúbicos. Al final, los precios varían de acuerdo a la empresa que contrate y a la parte del proceso que pueda asumir el inquilino. Por ejemplo, si el embalaje se lo deja a la compañía, el costo podría incrementarse alrededor de un 30%; si precisa además del desmontaje, el precio podría subir un 20%. Pero si los inquilinos decidieran utilizar unas cuantas cajas de cartón y trabajar en el embalaje, podrían optar solo por alquilar el transporte. En este caso el costo se reduce sensiblemente.
Esta opción es más barata porque estarías pagando solo por el envío. En este caso, el alquiler varía dependiendo del tamaño de la furgoneta y de la distancia a recorrer. Desde las más pequeñas a las más grandes, los precios oscilan entre 70 y 150 euros. En materia de mudanzas, abaratar los costos puede empezar por algo tan básico como vender o deshacerte de todo aquello que ya no necesitas, como esos viejos electrodomésticos que ya son unos trastos, o esos muebles viejos que no pueden formar parte de tu nuevo hábitat. El resultado de esta operación será menos cajas, por tanto, menores costos.
Alternativas
Este objetivo se potencia si tienes tu propio coche o un amigo con una furgoneta, ya que puedes usar las cajas para mudanzas que has adquirido y encargarte de llevar tus objetos personales, los más preciados o frágiles, los muebles más pequeños, y dejar así el aparataje más pesado para su traslado profesional. Conviene recordar que una mudanza compartida o grupal siempre sale más barato; más aún cuando ya has decidido embalar tus cosas y desmontar tú mismo al llegar al nuevo piso.
Conclusiones
Para que la mudanza sea un éxito, debes procurar que tus pertenencias queden bien protegidas de las contingencias del traslado, y para lograr este objetivo debes disponer de las mejores cajas para embalar. Para evitar que se rompa alguna pieza de la cristalería o la vajilla durante el envío, es preciso colocar los objetos de forma que no puedan moverse. Esto se consigue rellenando los espacios libres con materiales ligeros que sirvan de amortiguador, como papel periódico.
Así, trasladar tus cosas con total seguridad requiere del uso de las mejores cajas para mudanzas. La versatilidad que estas ofrecen permite utilizarlas para transportar todo tipo de objetos, desde los más delicados y pequeños hasta tus cuadros, adornos y espejos. En resumen, la seguridad de tus cosas quedará garantizada con una buena cinta adhesiva, material de relleno y las siempre útiles, en muchos casos imprescindibles, cajas de cartón.